jueves, 4 de febrero de 2010

NATURALEZA DE LOS ÁTOMOS ETÉREOS. - LA NECESIDAD DEL EQUILIBRIO



CUARTA PARTE

NATURALEZA DE LOS ÁTOMOS ETÉREOS
LA NECESIDAD DEL EQUILIBRIO

Mientras el ego se encamina hacia su renacimiento, a través de la región del Pensamiento Concreto, del Mundo de Deseos y de la Región Etérica, de cada una de ellas toma una cantidad de material. La calidad del mismo es determinada por el átomo-simiente, bajo el principio de que lo semejante atrae a lo semejante. La cantidad depende del volumen de materia requerida para el arquetipo construido por nosotros mismos en el Segundo Cielo. Con la cantidad de átomos etéreos prismáticos apropiados por un espíritu determinado, los Ángeles del Destino y sus agentes construyen una forma etérica que entonces se coloca en el útero de la madre la cual queda gradualmente revestida de materia física que entonces conforma el cuerpo visible de un nuevo niño. Solamente una pequeña porción del éter reunido por un ego en particular se utiliza y el resto del cuerpo vital del niño o, mejor dicho, el material con el cual será definitivamente creado, queda así fuera del cuerpo denso. Por esta razón el cuerpo vital de un niño sobresale mucho más que el del adulto fuera de la periferia del cuerpo denso. Durante la época de desarrollo este acopio de átomos etéreos se aplica a vitalizar los aumentos dentro del cuerpo, hasta que, al tiempo en que la edad adulta se ha alcanzado, el cuerpo vital sobresale solamente una pulgada o una pulgada y media fuera de la periferia del cuerpo denso.
Se ha determinado por la ciencia física que los átomos en nuestro cuerpo denso están constantemente cambiando, de manera que todo el material que componen nuestro actual vehículo habrá desaparecido dentro de pocos años, pero es un conocimiento común el que las cicatrices y otras manchas o lunares se perpetúan desde la infancia hasta la ancianidad. La razón que existe para esto es la de que los átomos etéreos prismáticos que componen nuestro cuerpo vital son inmutables desde la cuna al sepulcro. Están siempre en la misma relativa posición, es decir, los átomos etéreos prismáticos que hacen vibrar los átomos físicos en los dedos de los pies o de las manos, nunca llegan a éstas, o a las piernas o a cualquier otra parte del cuerpo, sino que quedan en el mismo sitio exactamente en el que fueron colocados al principio.
Una lesión en los átomos físicos implica una impresión idéntica en los átomos etéreos prismáticos. La nueva materia física moldeada encima de ellos toma forma y contextura similar a la que originalmente tenían.
Las observaciones precedentes se aplican solamente a los átomos etéreos prismáticos que corresponden a los sólidos y a los líquidos en el mundo físico a causa de adoptar una forma definida que conservan. Pero, además, cada ser humano en este estado de evolución posee también una cantidad de los éteres de luz y reflector, que son los vehículos del sentido de la percepción y de la memoria, entremezclado en su cuerpo vital. Podemos decir que el éter de luz corresponde a los gases de nuestro mundo físico y quizás la mejor descripción que puede hacerse del éter reflector es darle el nombre de hiperetérico. Es una sustancia vacua de un color azulado, semejante en su apariencia al núcleo azul de una llama de gas. Se ve transparente y parece revelar todo lo que está dentro de él, pero, sin embargo, esconde todos los secretos de la naturaleza y de la humanidad. En él se encierra un registro de la "Memoria de la Naturaleza". Los éteres de luz y reflector son de una naturaleza exactamente opuesta a la de los estacionarios átomos etéreos prismáticos.
Son volátiles y emigran. Sin embargo, ya sea poco o mucho lo que un individuo posea de esta materia, es un acrecentamiento, es un fruto, derivado de sus experiencias en la vida. Dentro del cuerpo se mezcla con las corrientes sanguíneas y al crecer y desarrollarse por medio del servicio y del sacrificio en la escuela de la vida, de manera que no pueda ya casi ser contenido dentro del cuerpo, puede verse en el exterior como un "cuerpo-alma" de color oro y azul.
El azul revela el mas alto tipo de espiritualidad y Por consiguiente es el más pequeño en volumen y puede ser comparado al corazón azul de una llama de gas, mientras que el matiz de oro forma la mayor parte y corresponde a la luz azul que rodea el corazón o núcleo de la llama de gas referida. El color azul no aparece en el exterior del cuerpo denso salvo en los casos de los más grandes santos solamente el amarillo puede usualmente ser observado en él. A la muerte esta parte del cuerpo vital es grabada fuertemente en el cuerpo de deseos con el panorama de la vida que contiene la quintaesencia de toda nuestra experiencia de la vida se imprime entonces sobre el átomo-simiente como conciencia o virtud que nos impulsará a evitar el mal y a hacer el bien en la próxima existencia. Es así como queda alterado el átomo-simiente de una a otra vida. La quintaesencia del bien extraída de la parte migratoria del cuerpo vital en una vida determina las cualidades de los átomos etéreos prismáticos estacionarios para la futura existencia. Los más altos en una vida son los más bajos en la siguiente encaramándonos así, gradualmente, por la escalera de la evolución hacia la divinidad.
De lo que antecede se hará evidente que el cuerpo vital es un vehículo de hábitos o costumbres; todos los padres saben que durante los siete primeros años de la infancia, cuando aquel vehículo está en curso de gestación, los niños adquieren hábito tras hábito. - La repetición es la nota-clave del cuerpo vital y las costumbres dependen de la repetición-. Ocurre de distinta manera con el cuerpo de deseos, el vehículo de los sentimientos y de las emociones, que está constantemente variando; aunque se ha dicho que el éter que forma nuestro "Cuerpo del Alma" está en constante movimiento y que se mezcla con la corriente sanguínea, aquel movimiento es relativamente lento comparado con la rapidez de la corriente del cuerpo de deseos; pudiendo afirmarse que el éter se mueve como un caracol comparado con la luz. Los puntos tratados precedentemente pueden ser resumidos así:
La materia de deseos se mueve con rapidez inconcebible, comparable únicamente a la velocidad de la luz.
Los dos éteres superiores se trasladan con gran celeridad, aunque muy inferior a la de la materia de deseos.
Los átomos etéreos prismáticos que entran en la composición de los éteres inferiores son estacionarios, pero poseen un alto grado de movimiento vibratorio.
Los átomos densos permanecen sin movimiento, como cristal en la roca.
No importa lo que el mundo diga de nosotros, pues sus palabras carecen de poder intrínseco para herirnos; es nuestra propia actitud mental hacia sus desplantes la que determina el efecto de sus palabras en nosotros, para el bien o par el mal. Pablo, al afrontar la persecución y la maledicencia, testificó que "ninguna de estas cosas me conmueve". -Aquel que espera avanzar y progresar espiritualmente debe cultivar el "equilibrio", pues sin él el cuerpo de deseos correrá a la desesperación o se congelará, según la naturaleza de las emociones causadas por las relaciones con los demás, sea inquietud, ira o miedo. -Sabemos que el cuerpo vital nos da el poder para actuar, que el cuerpo de deseos nos procura un incentivo para la acción y que la mente nos fue dada como un freno sobre el impulso. Leemos en el Concepto Rosacruz del Cosmos, en las páginas 90,91 y 92 que las formas de pensamiento internas o externas a nuestro cuerpo se proyectan continuamente sobre el cuerpo de deseos en un esfuerzo para despertar el sentimiento que conducirá a la acción y que la razón debería regular la baja naturaleza y permitir a la más alta el alcance de la expresión de sus tendencias divinas. -Sabemos igualmente que un pensamiento "habitual" tiene el poder de moldear hasta la materia física inclusive, pues la naturaleza del sensual es tan fácilmente discernible en sus rasgos que son tan bastos y groseros como delicados y finos son los de la mente espiritualizada. El poder del pensamiento es todavía mayor en su potencia para moldear más hermosas vestiduras.
Acabamos de ver de qué manera la inquietud y el miedo congelan el cuerpo de deseos de aquel que se entrega a aquella costumbre y es igualmente cierto que cultivando un optimista estado de espíritu, bajo cualquier circunstancia, podemos afinar o entonar nuestros cuerpos de deseos al diapasón que deseemos. -  "Con el tiempo esto se convertirá en hábito". -
Debemos confesar que es difícil "sujetar" el cuerpo de deseos a una línea definida cualquiera, pero puede lograrse y este intento debe ser hecho por todos los que aspiran al avance espiritual.
En cuanto al efecto desde el punto de vista oculto de esta polarización, ciertas costumbres de sociedades llamadas secretas nos ilustran mucho. Como se sabe, tales organizaciones colocan siempre a la puerta un guardián con instrucciones para negar la entrada a todo aquel que no esté provisto del santo y seña apropiado y de los signos convenidos, pero esto reza muy bien con los hombres mientras funcionan únicamente en su cuerpo físico. Pero los así llamados secretos de estas organizaciones, no lo son en ningún sentido para aquellos que pueden penetrar en su recinto con sus cuerpos vitrales. -De forma muy diferente ocurre en una esotérica tal como, por ejemplo, la de los Rosacruces. Ningún guardián impide la entrada al Templo cuando se celebra la misa mística de medianoche durante todo el año. La puerta está abierta de par en par para todos aquellos que han aprendido a pronunciar el "ábrete sésamo". Pero este santo y seña no es palabra hablada y el iniciado que desea asistir debe saber poner a tono su "Cuerpo del Alma" con el grado particular de vibración que cada noche se mantiene. Por otra parte, esta vibración difiere todas las noches de la semana de manera que aquellos que saben armonizarse con la vibración mantenida los sábados, cuando se reúne el primer grado, son repelidos, no pudiendo entrar, de hecho, al templo, cuando se congregan los que ejecutan su obra en domingo, lunes, jueves, etc., como una persona ordinaria cualquiera.
La ley cósmica bajo la cual actúa lo dicho precedentemente tiene también su aplicación para el control y efecto de nuestros pensamientos, sentimiento y emociones. -Dijo bien Pablo cuando manifestó que "nosotros somos el templo" del Dios viviente (nuestro Yo Superior) También hemos creado a nuestro alrededor una sutil aura bajo la salvaguardia de las Divinas Jerarquías que reinan sobre los siete planetas, Saturno, Sol, Luna, Marte, Mercurio, Júpiter y Venus.
El universo, o gran mundo, se denomina místicamente la lira de siete cuerdas de Apolo. Nuestro organismo individual o microcosmos es una réplica o imagen de Dios, y a nosotros mismos nos incumbe despertar en nuestro interior un eco de esa música de las esferas.
Muchos de nosotros han aprendido a responder demasiado a las melancólicas vibraciones saturninas del pesar, de la tristeza, del miedo y de la inquietud que congelan nuestro cuerpo de deseos, y sería de un beneficio capital para todos el que tratáramos de cultivar las vibraciones espirituales del Sol, llenando nuestras vidas de optimismo y luz solar que disipará la melancólica tristeza y el desaliento, impidiendo a tales pensamientos que penetren en nuestro aura en el porvenir.
La primera necesidad para el adelanto es equilibrio. - Todos los aspirantes deben adoptar el lema de Pablo: "Ninguna de estas cosas me conmueve".

del libro "El Velo del Destino", de Max Heindel

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